Secreto secreto que quiero contar. No digo, lo callo, lo dejo pasar...

Alguna vez será la vez. Alguna vez seré quién soy en realidad, completa, expuesta, total.

Se pasa, se va, se escapa. Alguna chance queda, alguna hay. De ser, de ser aire y transparencias, y humo y fuego, aire y mar. Árbol, madriguera, pasto y soledad...

Enceguecido no. Enceguecido es NO Ver. Lo que le pasa a uno cuando se enoja es deformidad de hechos, deformidad de sentidos, deformidad general que ataca de manera masiva...

Encegucido, el que No Vé, ese no siente, no se enoja, no sufre.

Es faltarle el respeto a los No Videntes. Privados de la luz, de imágenes, de ese poder escudriñar para después clasificar y detallar, y utilizar el imaginario para completar lo que falta...De ahí parte la deformidad, de la maleable e inconsistente realidad que se tuerce y se retuerce...no delNo Ver. Enceguecidos no. En tal caso, ¨Deformativos¨. Y dejemos a los pobres privados de vista en paz...

Es normal que a uno no le guste la vida que tiene, no? Yo creo que sí, nos pasa.. 

Te pasa, me pasa, le pasa a aquél otro...

Yo me quejo, tú te quejas, él se queja...Pero a veces pienso, mientras puteo contra mi ¨suerte¨: Esta es la única vida que tengo para vivir...Qué voy a hacer? Estar disconforme me lleva un montón de tiempo, de energía...

Entonces sonrío. 

Evalúo, miro mi realidad instantánea, y digo: ¨Pucha, se me está llendo el tiempo en este enojo silencioso con el mundo¨. 

Es que a veces siento que no puedo evitarlo. La injusticia, la mentira, la mediocridad...la enfermedad y el sufrimiento..

Miro al mundo y no me gusta nada. Pero qué hacer si la vida ya es mía, si el camino se transita de esta manera sin evitamientos posibles, sin elección al momento de ser parte o no.

Ahora hay tanta conciencia. Uno se la pasa mirando y sabiendo. Conectándose. Es más difícil no saber. Pero también hay más facilidades para hacerse el boludo: sustancias, escapes transitorios, ataques de pánico..

Como sea, la vida ES, ya está en nosotros, fluyendo.

Dura tan poco esa consciencia de que las cosas son por única vez, cada vez. Ojalá se quedara instalada la sensación crujiente, brillante, obstinada..pero se escapa. Se vuelve a cerrar la compuerta, y quedamos del lado de afuera, anestesiados al placer.

Por suerte tenemos ese minuto de gloria para pregonar por facebook nuestra felicidad antes que se venza. Y si tenemos suerte hasta podemos poner una foto que amplifique el impacto al compartirlo en el bendito muro, haciéndole saber a nuestras amistades y familia, que hemos tocado el cielo con las manos, al menos un instante en el ...mes? 

Nosotros somos el mundo, pero el mundo nos supera. La gente, esa, enorme, desconocida. Somos todos, pero a la vez, nadie.

Una gota de luz perdida, un átomo de energía suelta.

No mire al otro y lo juzgue. Haga un favor al otro y a usted mismo; tómese un minuto para ver más allá. Esa persona es alguien con una realidad y un mundo del que usted no es parte. Ni siquiera cuando ese alguien es cercano.

La persona con la que más tiempo compartimos, es nosotros mismos.

Nuestro diálogo interno es infinito y privado, privador, privativo.

No se confunda creyendo que conoce a NADIE.

Mire alrededor. Sea sincero y asuma cuánto sabe de usted mismo ante todo, de los demás como consecuencia.

Pero es tan sencillo mirar al otro. Lo ve?

Mírelo fijo, mírelo profundo. Ni se le ocurre. Ni a usted ni a nadie; se lo digo para que pueda ampararse en esa indiferencia colectiva que tiene miles de justificativos, pero que es tan chata, tan pobre, y nos hace la vida tan vacía de miradas y de sabidurías del otro…

Haga el ejercicio diario de mirar a alguien sin decidir que este es lindo, feo, bajo, flaco, de su agrado... nada.

Sólo mírelo, sepa de él/ ella con ese vistazo y entienda que esa otra persona vive en un mundo diferente al suyo.

Mientras maneja, en el semáforo, mire al costado. El del auto de al lado suyo, el que está por pasar el cambio y llevar el auto hacia adelante igual que usted en un instante más, ese, se dirige hacia otro universo, hacia otras sensaciones, otra vida. Y viene de otro mundo, otro universo, otra vida.

Cuando se afeite a la mañana, usted hombre. O cuando se peine el flequillo, usted mujer, mírese fijo, a los ojos, y no se sienta incómodo/a.

Sosténgase la mirada y probablemente sonría.

Cuando mire a otro, a cualquier otro de la manera que describíamos, esa que va un poquito más allá, trate, intente que le suceda lo mismo: Sonría.

Y no se juzgue, no se vea simplemente lindo/a, demacrado/a, despeinado/a.

Mírese, mire hacia adentro, sonríase, sepa que así como es, va a acompañarse el resto de los días que le queden por vivir, y que esa cara que sólo mira un instante para peinarse, es la que ofrece a todo un mundo que se le pasa desapercibido ante las narices cada momento, cada segundo, y que el que está por poner primera al lado suyo en el auto, puede estar mirándolo de manera directa, con una sonrisa o no, pero intentando asomarse desde su cáscara de nuez…

Un block de notas. Ideas libres. 

No es fácil ser parte de la sociedad sin sentirte parte de ella. El mundo es un lugar solitario, lleno de vericuetos y aristas. Por momentos se torna insoportablemente poblado y solitario. 

No somos todos iguales. Y es mejor que así sea.