No me digas que ese artefacto que junta tierra como loco en un rincón, pero que va y viene y nos acompaña en los vaivenes del día caluroso...

Ese, con aspas plásticas que fuera de su estructura no dicen nada, son sólo un trozo de plástico filoso e inútil...una carcaza de aluminio, con mil palillos unidos en un ombligo exacto en el centro de su ser. Dos o tres velocidades, con una botonera sencilla y casi triste que mira celosamente al control remoto lleno de funciones y comandos a los que jamás alcanzará...

No me digas que ese artefacto somero y sencillo no te ha cambiado el humor. Su ausencia puede hacer colapsar hasta el más tranquilo y apacible ser humano en un día de 40 grados. 

Después llegó la era del Aire Acondicionado. La palabra ACONDICIONADO nos indica que al aire se lo modificó en nuestro beneficio?? Hermoso. Pero mucho más refinado y virtuoso, para un grupo selecto.

Hoy, el viejo y querido Ventilador fue reivindicado por mi. Mis respetos y mi agradecimiento eterno a mi ventilador de "pie", cabezón con su caño extensible, sosteniendo su soplido inagotable.

Imposible acomodar este entuerto, este vaivén de cosas que no sé decir, que nadie sabe escuchar.

Imposible clasificar cada cosa y compactarla para que nadie diga una y otra vez que hablo mucho, que digo mucho. Señalar es tan sencillo, sentaditos en su silencio, sin un sólo intento por hacer algo distinto, sin preguntarse nada. Señalar es tan de jodón, de valiente opinador de "sé de todo". 

Imposible que todo te importe apenas, que las cosas no te impacten, que callarse sea una opción viable y salubre para quien anda buscando ventanas abiertas de par en par por donde asomarse a ver luz y más luz...

No me acomodo. No me callo. 

Me asomo y grito...eco...No hay nadie. 

Me frustro, cierro todo. No me busquen...pero ya me empiezo a asomar otra vez...

La visión al respecto de las distintas edades va variando a medida que uno la tiene, la transita, la padece. 

La edad es del tiempo, de los árboles, de los mares  infinitos y eternos.

Somos hijos de lo instantáneo, de las fotos sin revelado, de la no espera, de los teléfonos multi poli ultra función...somos hijos de la internet 24 hs., de los canales de cable sin horario, sin final.

Somos hijos del e-mail, del watsapp, del chat, de las selfies. De la tablet, de los libros digitales, de you tube... y vimos la muerte en vivo del CD...

La edad es de quién la quiere ver, de quien la quiere tener en cuenta.

Por qué nuestra memoria de niños es tan frágil? Por qué las construcciones que hacemos a fuerza de amor, de contacto, de rigurosos cuidados y límites implícitos...Por qué olvidamos la parte blanda de la vida?? La parte en que todo es redondo, y abunda la goma eva... todo es plástico irrompible, todo es sonrisas complacientes y cacas free...

En alguna parte lo guardamos; apilamos las imágenes y las sensaciones,  y en esa etapa blanda y olvidable plantamos ni más ni menos que los cimientos de nuestra mismísima vida...Jugado...

Desconfío. Entonces me escondo; me salen puntas y flechas, y catapultas y aristas...

Desconfío porque sé, porque ya vi muchas cosas, más de las que hubiera querido, más de lo que desearía que vea la gente a la que quiero.

Ya no duele. No tanto. 

A veces, en sueños, se sacude un recuerdo arcaico, lejano, que parece que no fuera más que el recuerdo de un recuerdo...y hace eco en el vacío.

Qué se le puede pedir a un señor gordo que no sabe vestirse para la ocasión? 

Ni siquiera se afeita para venir. Transpira bajo su traje colorado y llega tarde, después de medianoche...

Si realmente creyera que tiene alguno de los poderes que se le adjudican, posiblemente algo le manguearía...

Para esta navidad, lo que quiero empaquetado, si fuera posible, es que la gente a la que no le parezco interesante, sencillamente se haga a un lado. No les pido que finjan nada, ni que actúen un interés que no es tal. Sólo que dejen ese espacio, esa energía, para otra cosa lejos de mí.

No le voy a pedir felicidad, paz  y prosperidad, porque eso se pide desde siempre, en cada carta enviada en su nombre, y no ha cumplido nunca.

No voy a usar uno de mis deseos en algo tan trillado y no cumplido. Si me dan tiempo le armo una carta linda, con muchos ítems imposibles, total para desilusionarme, que sea con todo...

Le pediría una mesa navideña con mis abuelos, uno en cada cabecera de la mesa. Con ese vitel toné envidiable y lleno de magia. Y las risas . Y el cariño...Podés con eso, Gordo barbeta? 

Navi Navi, Ho Ho Ho. 

Sin rencores Noel. Saludame al reno más rebelde de tu grupo...

Salud

Para ver qué sale, debajo mi almohada escondo una libretita de sueños.

Está escondida de todo, ajada por el uso, con su espiral aplastado por el peso de los sueños mismos...

Libre, la mente vuela y da más vueltas que el enrroscadísimo espiral. 

Yo saco el caza sueños y hago un intento por traducir en letras lo que acaba de suceder en imágenes proyectadas en una pantalla oscura, en el interior de mis párpados que seguramente se habrán sacudido al song de los vaivenes oníricos.

interesante: Un puente levadizo, una caída repentina, agua debajo...Crisis, necesidad de avance, de quitar todos los velos y encontrarme conmigo misma allí, al final del camino, cruzando ese puente que me lleva vaya uno a saber dónde... Libre...(Ta)

Verde y ventoso. Agitado pero silencioso. 

Arbolado, mentolado, tormentoso. Soleado, impreciso, imperioso...

Abierto, mojado, gustoso. Compañero acompañado, revoltoso. 

Campo campestre, virtuoso.

La gente se revolea y me escribe, me cuenta, me llama. Qué es revolearse? Sentirse desbordado, necesitar contacto, buscar apoyo.

Yo me revoleo y no sé a quién llamar. Qué es un vínculo? Qué es tener un par que te comprenda?

A veces está bueno revolearse, pero después hay que seguir.

Cómo se acomodan las fichas y se vuelve a jugar? 

Será que es mejor dejar todo aplacado, dormido, tapado por capas y capas de tierra vieja y opaca para que los mosntruos no vengan a buscarnos de día y de noche? 

De noche...

Será que buscar respuestas no es lo más cómodo y por ende, deberíamos acomodarnos en el confort del olvido y dejar ir, sin mas??...

Será. 

Que sea para otros... Malditos otros...

No me gustan los helicópteros. Parecen pajaritos oscuros y muy ruidosos, que siempre están husmeando, oteando, queriendo encontrar algo que no se ve desde la superficie, al ras...

Invaden, traen malas noticias: Alguien perdido en el mar, uniformes con impunidad desmedida...

No me gustan. Se pasean por el cielo dueños de ese espacio sin dueño, abierto, libre. Pero en realidad son signo de lo contrario, de prisión, de peligros desconocidos...

Pequeño pájaro gris de alas largas y puntiagudas, volvé a tu nido, hacé silencio, dejá al celeste cielo sin manchas, cargado de libertad como corresponde.