Alguna vez fue milagro, encuentro, descanso, juego.
Alguna vez fue enigma de mirada sostenida, energía viva e inquietante, soledad audible y sonora.
Alguna vez fue sal y brisa salpicada por el cuerpo, y vaivén amigo.
El mar. Hoy es de ellas, retazos de mí misma que miran con ojos grandes, llenos de sorpresa genuina y ganas de más, siempre más...
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