Imposible acomodar este entuerto, este vaivén de cosas que no sé decir, que nadie sabe escuchar.
Imposible clasificar cada cosa y compactarla para que nadie diga una y otra vez que hablo mucho, que digo mucho. Señalar es tan sencillo, sentaditos en su silencio, sin un sólo intento por hacer algo distinto, sin preguntarse nada. Señalar es tan de jodón, de valiente opinador de "sé de todo".
Imposible que todo te importe apenas, que las cosas no te impacten, que callarse sea una opción viable y salubre para quien anda buscando ventanas abiertas de par en par por donde asomarse a ver luz y más luz...
No me acomodo. No me callo.
Me asomo y grito...eco...No hay nadie.
Me frustro, cierro todo. No me busquen...pero ya me empiezo a asomar otra vez...
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